viernes, 27 de febrero de 2009

Cuaresma



No nos gusta mucho este tiempo litúrgico. Porque nos invita a meternos dentro de nosotros mismos. La verdad, nos ahogamos cuando buceamos en nuestras profundidades. Allí, inesperadamente, nos podemos encontrar con cualquier "pez gordo". ¿Nos sorprendemos? Si, porque esperábamos "ser" otra cosa. Caemos en la cuenta que no somos lo que deberíamos ser. Tampoco somos lo que quisiéramos ser. Y acabamos extrañándonos de ser lo que realmente somos, ¡Enhorabuena! Empezamos a conocernos. Descubriremos que hay en nosotros limitaciones, deficiencias, pobreza y pecado. También nos deslumbraremos con pequeños o grandes rayos de luz: deseos maravillosos, bondades, servicios, ternuras y atenciones... Pero lo más importante descubriremos en nuestras oscuridades y nuestras luces los rasgos del rostro de un Dios que nos ama con locura, con esa locura inexplicable de Jesús clavado en la cruz, que sin pronunciar una palabra (¡no puede hacerlo porque ya está muerto!) lo dice todo y lo dice a gritos: "Nadie ama más que el que da la vida por sus amigos. Y ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les mando..." (Jn 15,13-14). Cuaresma: un tiempo para agradecer tanto amor y tanta ternura del Dios de Jesús que nunca nos abandona; un tiempo para agradecer el sentirnos amigos del Señor: un tiempo para agradecer la oportunidad que se nos ofrece para amar al estilo de Dios; un tiempo para agradecer la posibilidad de ensayar y entrenar el ser mejores hijos del Padre y mejores hermanos de sus hijos. Intentar vivir así y ser así, es CONVERSIÓN profunda, vivida dia a día. Llamada a la conversión, ¡eso es la Cuaresma!, "volver" el rostro a Dios y a los hermanos. Que esta Cuaresma sean días de verdadera conversión para todos y cada uno de nosotros y así caminando juntos lleguemos renovados, resucitados a la Pascua del Señor.

P. Silvio José Báez O.C.D.

6 comentarios:

Salvador Pérez Alayón dijo...

Estupenda reflexión Luis. La Cuaresma es un tiempo de esforzarnos más en conocernos. Nunca sabremos lo que nos conviene, sino sabemos quines somos. Y, realmente, queramos o no, somos hijos de DIOS.
Por cierto, como matemático y por lo que veo en tu blog, deduzco que estás fuerte en informática. Tengo un problema en mi blog, "de dodim a agapé" con lo de los seguidores. Al modificarlo blogger, ahora sale diferente, en este blog no se ve. La plantilla es personal, me la hicieron, y no sé si por eso tendrá unas caracteristicas diferentes. ¿Sabrías el motivo?
Un abrazo.

eligelavida dijo...

Gracias por esta reflexión positiva de lo que es la Cuaresma. A veces, pensamos que es sólo negación, y no es así. También es tiempo de crecimiento y de agradecimiento.

Rafael Humberto Lizarazo Goyeneche dijo...

Hola...

Es tiempo de volver nuestras miradas hacia nuestro señor Jesucristo y de agradecer el don de la vida y tanto amor brindado.

Que la Pascua nos encuentre en paz con Dios.

Cordial saludo.

Ricardo Guillermo Rosano dijo...

Fantástica reflexión, hermano. Es el tiempo de escucha, de silencio, de barrer los patios del alma, de vaciarnos de lo superfluo para que nos habite Dios...y se encuentre a gusto.
Que el Dios de la Vida te siga acompañando con su mirada bondadosa. Un abrazo fraterno en Cristo y María. Paz y Bien. Ricardo

Nora dijo...

Querido Luis, hagamos la introspección en busca del Hombre nuevo.
Un abrazo!!
Nora

alter-ego dijo...

Hola Luis,la celebración de la cuaresma es el núcleo germinal de toda liturgia cristiana.Buen fin de semana Luis.