sábado, 25 de abril de 2009

EL PLAN Y EL PLAN DE DlOS PARA MÍ


Imagen disponible en: www.iglesiamacedonia.org


En momentos de duda, de confusión, de "noche oscura", cuando quiero hacer "lo que yo he planeado" y no tengo claridad de lo que Dios quiere que haga, tengo que detenerme y confrontar mis planes con los suyos.

Veo cómo hizo Jesús en Getsemaní: pidió ayuda a sus discípulos más cercanos, a Pedro, Santiago y Juan, pidió al Padre Dios que de ser posible alejara el cáliz que debía beber y le dijo: "No se haga mi voluntad, sino la tuya".

Así dialogamos con Jesús, en una especie de regateo interno que nos divide y nos agota, porque no queremos ceder a lo que es su voluntad.

Cuando tomamos la decisión de hacerlo, con "determinada determinación", se experimenta un gozo como de ángeles, que consuela y da la fortaleza, fortaleza de lo divino en lo humano, necesaria para llevar adelante lo que Dios quiere.

Y podemos ver desde Dios que las murallas que no nos dejaban actuar como él quería, se derrumban entre cantos de alabanza... y vemos cómo desaparecen los odios, los caprichos y los egoísmos. Sólo queda el infinito amor que me impulsa a hacer el bien y sólo el bien.
Dice el Cantar de los Cantares (8, 7):

Las aguas torrenciales no pueden apagar el amor, ni los ríos anegarlo.

Si alguien ofreciera toda su fortuna a cambio del amor, tan sólo conseguiría desprecio.
En el plan de Dios somos amados y amamos. Somos bendecidos y bendecimos. Somos sanados y sanamos.

Así somos instrumentos de Dios para sanar y bendecir.

sábado, 4 de abril de 2009

Bendición para conocer y discernir las propias capacidades


En el nombre de Jesús, hoy le pido a Dios Padre que te bendiga para que puedas ver con claridad las capacidades personales y los talentos que Dios te ha dado. Que llegues a ser un trabajador competente en el campo laboral para cual Dios te ha creado. Que puedas ir descubriendo los muchos talentos que aún están escondidos en ti. Que también el Santo Espíritu de Dios te bendiga ayudándote a entender y a desarrollar tus dones y carismas. Que los dones y los frutos del Espíritu Santo se sigan multiplicando y sean evidentes en tu vida para ayudar a otros. Te bendigo con la unción de Dios para que se cumpla el próposito especial que Él tiene para tu vida.

Amén.